El economista rechazó que "algunos sectores busquen responsabilizar al FMI" por el resultado de las tratativas.
La negociación por la deuda en moneda extranjera de la Argentina va por “buen camino”, consideró el ex director para el Hemisferio Occidental del FMI, el argentino Claudio Loser.
Dijo que siempre existen momentos en que la negociación se “endurece” y rechazó que “algunos sectores busquen responsabilizar al FMI” por el resultado de las tratativas.
“Debemos estar en un buen territorio de las negociaciones porque se ven bien las dos partes, y mi experiencia me dice que se acerca un buen final”, dijo Loser en declaraciones a la agencia NA.
No obstante, admitió que las tensiones provocadas por la intervención de la cerealera Vicentin y la decisión de LATAM de retirarse de la Argentina “no contribuyen” a las negociaciones con los fondos de inversión.
“Esas dos situaciones han pegado en las expectativas y eso, de alguna manera, complicó el ambiente de negociación, porque no le agrega previsibilidad”, señaló.
Advirtió que “ciertas medidas, especialmente lo de Vicentin, siembran dudas entre los acreedores sobre la voluntad del cumplimiento en las obligaciones”.
“Hubo una caída de los bonos y eso está relacionado con lo que pasó con esas dos compañías”, sostuvo.
Se mostró molesto con que desde algunas sectores se apunte al FMI como responsable de complicaciones surgidas en el marco de las negociaciones.
“Me llama la atención que ahora le queramos echar la culpa al FMI sobre la necesidad de que los pagos sean sustentables”, señaló.
Aclaró que el FMI “no limita las negociaciones, en su momento mencionó los rangos generales que son manejables, pero no pone límites a las tratativas, es insólito que se quiera otra vez echarle la culpa al Fondo”.
Loser advirtió sobre el nivel de extensión de las negociaciones, al señalar que “si se extienden demasiado, los bonistas pueden empezar a tomar caminos judiciales, lo que hasta ahora no han hecho”.
Sobre la diferencia en el valor presente de los bonos ofrecidos por la Argentina, Loser señaló que “serían algo así como 3.500 millones de dolares, y eso representa un pago anual de unos 250 millones adicionales por año”.
Opinó que esa cifra es “prácticamente nada en términos de los gastos del gobierno, y es un esfuerzo que no tiene nada de extraordinario”.
“El peligro de romper una negociación por un detalle como ese es poner el carro delante del caballo”, advirtió.